Espacio abierto a la escritura y las artes visuales; una nave de versos
jueves, 19 de febrero de 2015
LAS OTRAS
PIELES DE LA NOCHE
Para empezar, les digo que yo no tendría que estar
aquí…tendría que estar allí, entre ustedes, como público, a cubierto bajo “La otra piel de la noche”, disfrutando
la poesía de estas dos poetas que anunciamos…
Aquí tendría que estar la prologuista de este libro,
la poeta María Damata, quien por una indisposición pasajera no pudo hacerlo…
Esto demuestra que la poesía tiene banco de suplentes, tiene plantel, tiene recambios a los que
recurrir cuando se presenta un imprevisto…
La Poesía debe continuar…
No obstante, basaré mi breve presentación en ese
prólogo de Damata, tan lúcido como prolijo, en el que supo captar la esencia de
estas dos voces autorales, estos dos discursos poéticos que vienen a decir
SANDRA PETROVICH Y LORENA MARTÍNEZ…
María Damata
tuvo tiempo y agudeza para entrar a los mundos líricos de las dos
autoras, los aprehendió, los degustó, los analizó y nos lo presenta así:
…la poesía comprende el arte único de sintetizar la vida con gran
magnetismo y en pocas palabras. Es en cada poeta un lenguaje
diferen-
te, original y exclusivo. Lograr que el lenguaje poético sea
absorbido o
degustado por el receptor depende del propio decir de cada poeta; de
cómo el poeta llega a trasmitirnos con su obra sus cielos y sus infiernos,
ofreciéndonos sus caminos; logra así transferirlos al lector.
Antes de dialogar en
este prólogo con la obra de Sandra y de
Lorena, es obligatorio leer con detenimiento el diálogo que
mantienen
entre ellas (en las entrevistas contenidas en el libro).. Eso nos
permite no solo comprender mejor su poemario, sino a la persona-poeta que hay
detrás de estas mujeres. Ambas se han encontrado, como bien lo dice Lorena, en
un
terruño rodeado de brujas. «Caí en un aquelarre mientras soñaba»,
dice Lorena y reafirma Sandra, creándose entre ellas «una trama;
hoy esa red nos envuelve».
Existen puntos de
coincidencia entre las dos. ambas están compro-
metidas con su condición de mujer y con la búsqueda de la
verdadera
libertad de género. Ven en la poesía un «diálogo entre el mundo
literario y el plástico». Sandra es pintora y Lorena está
vinculada a la fotografía y a la psicología; así, la poesía es una
expresión del lenguaje
plástico y también es una expresión del inconsciente; reconocen la
fuerte relación entre poesía, filosofía y psicología, y la
convivencia
entre plástica, poesía y activismo político.
De esta manera, Sandra se define como «una artista o
trabajadora de la cultura comprometida».
Para ella, este trabajo es una nave que le permite viajar por varias
orillas, donde nada, pero nada le es ajeno. Ellas mismas señalan
en
el diálogo que mantienen que la sustancia de la poesía es la vida.
Es interesante cómo expresa
cada una el trabajo creativo.
Mientras Sandra señala que «la poesía existe a pesar de mí;
solo tengo que estar abierta a recibirla», para Lorena es «un gran
refugio, un canal para desdibujar […] los decibeles de la vida […]
en
permanente construcción». Mientras que para Sandra «la poesía es
un acto, una palabra aún no escrita […] es tempestad» y escribe
«en
bares o en el borde de algo», surge como una impronta en Lorena,
que
escribe preferentemente en la noche; ésta la inspira para
explayarse
en las letras, en una búsqueda de la libertad. ambas se definen
como
feministas activas, en un mundo que aún está verdaderamente regido
por un canon machista; el mundo de la razón, tan lejos, por
supuesto,
del mundo intuitivo y libertario de lo femenino.
Este rico diálogo entre
Sandra y Lorena, que va desde la comunión
que existe entre ellas en el plano poético (aunque la obra poética
de
cada una es diferente), pasando por el mundo plástico y la
filosofía de
su propia vida, es un verdadero viaje que sirve para
entusiasmarnos
por conocer su obra y descubrir en ese tránsito el profuso mundo
interior que expresan.
Estas dos mujeres, que se
definen a sí mismas
como «brujas», estas dos poetas valientes en sus diálogos y en su
obra,
reafirman en su condición de mujeres comprometidas su calidad de
transgresoras, y NOS hacen recordar que los grandes avances de la
humanidad fueron llevados adelante por transgresores.
Hasta aquí, María
Damata transmitiéndonos su aguda mirada
sobre las obras de estas dos poetas…
Sandra y Lorena vienen cada
una con su caudal y suman…
Traen a lomo de verso sus
entrañas y las vuelcan al común, las socializan…
Únicas e intranferibles como
seres, como personas, como mujeres, las poetas nos entregan sus “otras pieles
de la noche” –sus noches- que comparten con nosotros para seguir sumando…
Dos discursos poéticos
personales, propios, diferentes…pero que sin embargo confluyen y se
complementan…canta su parte Sandra, contracanta su voz Lorena…ambas coinciden
en la armonía y sus voces –unísonas- son
ensambladas, complementarias, eufónicas…
Canta Sandra:
“somos
memoria de la memoria
energía en
múltiples despliegues
Caminamos sobre el vientre blando de la tierra a los tumbos
acorralados por una selva de muros
somos carne de cañón
un código
de barras
una cifra en la estadística
somos
una conciencia que despierta “
Contracanta Lorena:
Porque el corazón no quiere
Entonar más retiradas
Ni bajo el tronar de tambores
Ni esperando revivir el carnaval plástico
Ni ser la retirada entre tanta gente
En una multitud de pianos repiques y
chicos
Entonando una retirada
De un cuplé triste diafónico abatido
Porque el corazón no quiere
Entonar más retiradas
Ni tornarse una retirada del sueño
…………………………………..
No es soberbia
Es amor.
Sandra
acomete con su enfática certeza, su crítica frontal, su contundencia…
Lorena
revolotea y se arrima con su desenfado innovador, su experimentalismo inquieto,
su búsqueda traviesa…
Ambas
poetas dicen, se dicen, nos dicen…se funden y fundan con sus poéticas un cuasi
único poema…
No
será casual que eligieran presentarse en un soporte único, un solo libro de dos
autoras, sumadas, intertextuadas, complementadas…unívocas en el afán de
comunicar, integrar, colectivizar una publicación –una pública/acción- que
resulta plural, integrada e integradora, convocante y desafiante a la vez, interpeladora y bella…
“LA
OTRA PIEL DE LA NOCHE”, un libro bifronte, un animal de dos cabeza, dos
animales libres bufando, gruñendo, bramando su celo particular y cadaúnico,
cantando sus canciones personales y abarcativas a la vez…
“LA OTRA PIEL DE LA NOCHE”,un
libro en consuno; un libro que es como un “coro de dos”…el resultado final de
su lectura es un espacio sonoro coral y polifónico que nos conmoverá
profundamente…deberemos disponer de “varias mejillas” para ofrecérselas a sus
bofetadas y a sus besos…
No nos darán tregua estas
poetas hasta saciarnos de asombros, conmociones y deleites…retorcijones de las
tripas más íntimas, golpes de luz en las más recónditas oscurideces de nuestras
sensibilidades…
Así
que
qué tal
si convocamos
a una patriada
a alzarse a las cuchillas
a encolmillarse la garganta
a no beber más que la luz del ojo
a no ser más que nervio
vibrando en la cabeza o la entrepierna
formando una legión/ un batallón
una montonera
de galope tendido a chuza y bola
que no pare de degollar oscurideces
que no descanse hasta plantar bandera
multicolor y libre y tremolante
que nos redima a todos...
qué tal
si nos juntamos a decir poesía
hasta que llegue el alba
y
luego no sepamos –o no importe-
quién escribió los versos...
qué tal
si convocamos
alrededor de la fogata
donde se afilan lanzas
donde se templan
tamboriles/redoblantes/guitarras
y
comienza el tango...
qué tal
si le
decimos
a l@s puetas
que
vengan
y
se sienten
y
tomen la palabra:
abracémonos a
la poesía
como a
las tetas
de un mascarón de proa
o
de una muchacha
y
que la razón
no nos pudra la cabeza...
SANDRA
PETROVICH Y LORENA MARTÍNEZ
MIGUEL ÁNGEL OLIVERA
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